lunes, 28 de septiembre de 2009

La educación musical en la Antigüedad Clásica

Hoy voy a escribir unas breves nociones sobre la educación musical en las antiguas civilizaciones de Grecia y Roma. Esto también es para los alumnos de pedagogía.
Sólo para situarnos: Llamamos Antigüedad Clásica a las épocas de apogeo de las culturas de Grecia y Roma (aproximadamente entre el V a. C. y el II d. C.) Las manifestaciones artísticas de esta época se tomaron como modelo en el siglo XVIII, con el movimiento llamado Neoclasicismo (en todas las artes salvo en música, ya que hablamos de Clasicismo musical en el XVIII: Haydn, Mozart, Beethoven...). No tendría sentido hablar de Neoclasicismo musical en el XVIII, ya que no había suficiente información sobre la música de la Antigüedad greco-romana como para poder imitarla.
Dicho esto, entro en materia de educación musical:

Grecia
En la Grecia antigua se denominaba "mousiké" a un conjunto de artes que comprendía la música, la danza y la poesía.
La música y la poesía estaban especialmente unidas. La música servía de auxiliar para la transmisión de poemas que narraban la historia y tradición griega.
Por eso hay que analizar el papel de la música en la educación desde dos vertientes: el aprendizaje de la música como disciplina artística en sí misma o como auxiliar para memorizar los poemas y textos antiguos, en una cultura de transmisión oral.
Imaginemos a los niños de las escuelas griegas memorizando los poemas de Homero, aprendiendo las historias de los héroes antiguos y de los dioses de su mitología, esperando transmitirlos a futuras generaciones. Poner música a estos poemas ayudaba a su memorización y transmisión. (Pensemos en los niños que aprenden las tablas de multiplicar cantando).
Hay dos importantes filósofos que dejan escritas muchas reflexiones sobre la música: Platón (s. V - IV a. C.) y Aristóteles (s. IV a. C.).
Platón (en su libro La República) escribió que los pilares de la educación eran la música y la gimnasia. (Pensemos en la diferencia con nuestra sociedad, donde muchas veces estas materias son injustamente menospreciadas). La gimnasia perfeccionaba el cuerpo y la música ejercía tal poder sobre la mente y los sentimientos que podía llegar a modelar el carácter. Este es otro aspecto importante. Cada tipo de escala tenía una influencia especial en el estado de ánimo y ésto se conoce como teoría del ethos.
Ya que la música formaba el carácter, era muy importante definir qué tipo de música era apta para la escuela: Aristóteles (en su libro La Política) dice que el modo mixolidio imita la tristeza y el recogimiento; el modo dórico, la «moderación y compostura»; el modo frigio, el «entusiasmo». Por ello, el modo (o escala) dórico es el más adecuado para la educación. Platón permitía estudiar las escalas dóricas, pero también las frigias.
Platón describe un sistema educativo estructurado en “estudios primarios y secundarios, denominados mousiké, y plan de estudios universitarios”. La música se estudiaba en los primeros años.
Para Aristóteles, la música debe conducir a la virtud. No es tan importante que la música nos cause placer. La música también debía estudiarse en los años de juventud.
Escribió lo siguiente: “La música inclina hacia la virtud; por cuanto, como la gimnasia desarrolla en el cuerpo ciertas cualidades, del mismo modo ella puede establecer ciertos caracteres morales y puede crear el hábito de gozar rectamente”.
“Los jóvenes deben practicar el arte sólo para adquirir la capacidad de juzgar sobre ella, y por tanto deben dedicarse a la ejecución sólo mientras sean jóvenes y abstenerse cuando sean mayores y sepan juzgar las cosas bellas gozando rectamente de ellas en base a los conocimientos adquiridos en la juventud.”

Una curiosidad: el término pedagogo viene del griego παιδ-αγωγός, nombre que hacía referencia al esclavo encargado de llevar a los niños a la escuela. Ya hemos visto que la raíz παιδ- hace referencia a la infancia, mientras que αγωγός significa 'conductor, guía, acompañante'.

Roma
En la antigua Roma, los primeros juguetes que se regalaban a los bebés eran sonajeros. Sabemos que la música jugaba un papel importante en la enseñanza secundaria (a la que accedían los varones de familias pudientes). Un profesor llamado grammaticus les enseñaba latín, griego, retórica, literatura homérica, filosofía, gimnasia y música.
Existían coros religiosos en los que había jóvenes. Un ejemplo son los saliares, que cantan y bailan danzas de armas en el mes de Marte.
A mediados del siglo II a. C. empezó a estar bien visto que los nobles supieran cantar o tocar un instrumento, así que empezaron a surgir escuelas de canto y danza.
En la época del Imperio, la música se integra en las enseñanzas superiores, tanto en su estudio teórico como práctico. A modo anecdótico, podemos señalar que la mayoría de los emperadores eran instrumentistas o cantantes.
Los cantantes profesionales aprendían a leer música en notación alfabética y se ejercitaban para tener voces potentes y claras, ya que debían cantar en grandes teatros al aire libre.
Los instrumentistas estudiaban obras de maestros como Timoteo y Pólido. Después estudiaban adaptación, improvisación, interpretación y composición.

Bibliografía
Para saber más, no dudéis en consultar los siguientes artículos, de los que he extraído mucha información para esta entrada:
GARCÍA CASTILLO, P.: "La música y educación en Platón", Música y Educación nº 31, octubre 1997.
JIMÉNEZ PONCE, P.: "La música en Roma: errores históricos", Música y Educación, nº 44, diciembre 2000.
SANCHIS ALTAVA, C.: "Música y educación en la Antigüedad griega", Música y Educación nº 64, diciembre 2005.

Todos los artículos se encuentran en la revista Música y Educación, que podéis consultar en la biblioteca del conservatorio.

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